Despierta y abre tus ojos a la bella realidad de estar vivo. Sopesa cada momento con la importancia de este aliento. Con dulzura, con belleza, con entendimiento, con la claridad de tu corazón, toma los pasos necesarios en tu vida. Y sé feliz con el gozo supremo que siempre danza dentro de ti. Permítele volverse real para ti. Es un bello proceso porque la vida en sí misma es un bello viaje. Sé pleno cada día. Esto es lo que la vida promete: poder ser llenados todos y cada uno de los días.
Has sido creado. Sonríe. Estás aquí. El Creador te ha dado una forma humana. ¡Qué privilegiado eres! ¡Qué increíble regalo!
¿Por qué es un regalo?
Este cuerpo humano es un recipiente donde el aliento viene y va, como un regalo para ti.
El Creador no te está dando uno sino muchos regalos.
¿Qué se requiere para entender esto? Necesitas un fuerte profesor. Un fuerte Maestro.
Alguien que pueda hacer posible lo imposible. Alguien que pueda hacerte ver, hacerte entender la naturaleza de este regalo.
Eres un ser humano, y eres bendecido por el Creador con el regalo de esta vida.
La forma como el Creador te ha hecho, él ha puesto un deseo dentro de ti. Ese deseo es de felicidad, alegría, dicha suprema. No es un deseo pequeño.
Si Dios tuviera que crear un lugar en el cual poder estar con su creación ¿Cuál sería el mejor lugar? Existe un lugar así, donde ese amor, esa belleza, esa energía se puede encontrar. Ese es el lugar donde lo más Divino ha elegido colocarse. ¿Y sabes dónde está? En el corazón del ser humano. Las puertas nunca se cierran. Está abierto las veinticuatro horas del día. Es el lugar más cercano a lo Divino al que puedes llegar. Y la puerta está siempre abierta.
Prem Rawat, Seatle, febrero de 1994
Existe un amor dentro de ti que nunca se deteriorará. Es el compañero más hermoso. Está siempre ahí.
