domingo, 20 de diciembre de 2009

EL REGALO DEL ALIENTO



En mi opinión no se puede olvidar la sencillez del aliento ni la sencillez del corazón.
Dentro de ti está toda la sabiduría que pudieras necesitar.

No estás vivo por tu capacidad de pensar. Estás vivo porque estás sostenido en ese hermoso pilar del aliento.

El más grande logro es estar pleno.

Reconoce la vida, desacelera al ritmo de la existencia.

Actitud con gratitud, con eso todo es posible.

Saborea tu existencia de un aliento a otro.

Un corazón que toca a otro corazón. Tan fresco como puede serlo. Un milagro tan antiguo y tan nuevo, sucediendo de nuevo y de nuevo como si nunca hubiera sucedido antes.

La maravilla de este mundo es este simple aliento.

Lo que buscas está dentro de ti. Siempre ha sido y siempre será.

En un aliento, en ese momento microscópico, está el universo entero. Si eres conciente de ese momento, has capturado el universo.

Elección y no azar determinan el destino.

Darle la bienvenida al aliento a medida que me llega. Ese es mi privilegio.

Si sólo dejáramos la adicción a la copa del dolor y nos diéramos cuenta de la existencia de una belleza de increíble proporción dentro de nosotros, entonces podríamos en verdad ser una parte de este increíble festival de la vida.
Los Ángeles 21 de febrero de 1988

Si esta vida fuera como caminar en la cuerda floja, necesitarías una vara para mantener el equilibrio. No puedes darte el lujo de cometer errores, sino que debes dar cada paso con cuidado y conciencia. No puedes correr. Tu atención debe estar muy centrada. Estamos hablando de la vida, no de un experimento ni de un sueño, sino de la mayor realidad que existe.
Una vez que tengas esa vara, deberás escuchar a tu corazón y al Maestro. Tienes que ir lentamente, paso a paso. Cada paso debe ser deliberado, no te apresures.
Kuala Lumpur 17 de octubre de 2000

El aliento es Dios diciéndote: “te quiero”.

Hay un amor mayor que todos los amores juntos. Una verdad mayor que todas las verdades juntas. Un Conocimiento superior a todos los conocimientos.

Afina tus habilidades para ser llenado. Busca lo más hermoso dentro de ti. Siéntete atraído a la belleza interior.
Entiende y respeta este sentimiento.

Cada día estar lleno de gozo, de claridad, de belleza, de simplicidad. Sin importar qué.

Hay una paz que danza en el corazón de cada uno. De esa paz hablo. La verdadera. No la ausencia de algo sino la presencia de algo. Una paz inalterable. Comienza a reconocer esta existencia. No midiendo con las escalas de “no tengo”, sino entendiendo lo que tienes.
Lo que tienes está ahí mismo, en tu interior.

Sentir gratitud por esta vida. Gratitud por el hecho de ser.

Paz: un sentimiento fundamental que todos necesitamos tener. Cada día.

A cada paso que das en el camino de la vida plantas una semilla. Quieras o no, es así. Si plantas la semilla de la compasión, el fruto que cosecharás será increíblemente delicioso. Si has plantado semillas de claridad, de amor, de bondad, gratitud, comprensión, satisfacción, serenidad vas a poder festejar con un gran banquete.
De todo lo que siembras eres tú quien recoge el fruto y lo disfruta.

Cuán afortunados son aquellos que caminan en la compañía del gozo, de la paz, de la verdad.

Sé conciente de que cada aliento es una bendición.

No dejes ni un resquicio al miedo. Camina por la luz, no por la oscuridad. Aprende a confiar en ti mismo, porque puedes hacerlo.

Deja que las preocupaciones se marchen. Tras las espinas de los temores y las dudas se halla la dicha.

Hay misericordia en nuestra vida, tantas bendiciones, tanto amor…se trata de destaparlos, de descubrir todas las cosas que se nos han dado.

El Maestro viene y hace de esta vida. Vida para vivir. Con una razón para vivir, con un propósito para estar vivo.

No olvidemos que si queremos satisfacción en la vida hemos de buscar la compañía que desea el corazón, buscar el consejo del corazón. Si deseo progresar en el trabajo, tal vez necesite el consejo de mi mente, pero si quiero progresar como ser humano, entonces necesito el consejo de mi corazón.
Tesalónica 2 de marzo de 2001

Mi claridad tiene que ser tan absoluta como mi vida. Mi entendimiento tiene que ser tan claro como mi aliento. Mi certeza tiene que ser tan cierta como mi existencia.

Así que el estudiante está allí y el Maestro está allí.
La magia se desplega.
El corazón empieza a bailar.
El entendimiento comienza a venir.
La oscuridad se reemplaza por luz.
La duda se cambia por claridad.
La confusión por entendimiento.
La tristeza por alegría.

Estoy interesado en lo que hace sonreír. Siempre. Porque cuando todo está bien viene esa sonrisa. Nadie tiene que estar cerca de ti para verla, pero la sonrisa viene. Se manifiesta. Tú deberías ser así.
Dentro de ti está la posibilidad. Vienes de esa dicha, de esa belleza. Vienes de ese amor, de esa felicidad. Y dentro de ti también está la posibilidad de una felicidad infinita. Existe la posibilidad de una paz ilimitada, de una tranquilidad infinita, de una claridad sin límites.
Febrero de 2007, blog Enlace Interior.