No deambules en el desierto. Ven a casa, al oasis. Tu hogar siempre ha estado en tu interior. Confía en ti mismo, en que siempre tendrás la capacidad de experimentar una dicha sin igual. Sí, existe la tristeza. Pero tras la tristeza, permite que reaparezca la alegría. No dejes a tu corazón en un rincón, no lo abandones en cualquier lugar destartalado. El lugar al que pertenece es dentro de ti, bailando y brillando.
Vuelve a casa y regocíjate.
No hablo de vagar sin rumbo, sino de volver a casa. No de preguntas, sino de respuestas. El día en que esta vida es aceptada realmente, algo cambia: se convierte en tu hogar.
Acepta el regalo y conviértelo en tu hogar.
Versalles, 27 de mayo de 2001
Nuestro centro en este mundo está en nuestro interior. De allí provenimos y hacia allí iremos. Desde ahí se da la bienvenida a cada aliento. Ésa es nuestra entrada, nuestra puerta. Es nuestro hogar. Es el lugar donde tenemos ese maravilloso columpio, para recostarnos y ser mecidos en el hermoso y suave vaivén de cada aliento. Ése es el lugar donde brilla la lámpara. No hay energía eléctrica, ni combustible, ni brasas, ni leña, ni mecha, pero la lámpara está encendida. Y hay luz.
Barcelona, 2 de junio de 2001
Cada día que se te ha dado es un día en el que puedes visitar la maravillosa ciudad del corazón. Abre tus ojos. Observa las hermosas avenidas del corazón y observa cómo la paz llega a ti.
Quédate quieto. Quédate muy, muy quieto para que la paz pueda encontrarte. No te muevas. Deja que llegue, deja que te toque, deja que te envuelva. Permanece a la vista, no te ocultes en el rincón de alguna idea o sueño. Permite que ese hermoso amor de tu interior llegue y te abrace.
Pasadena, 15 de junio de 2002
Se nos ha dado esta vida que es el instrumento más increíblemente afinado y hermoso que existe. Y cuando escuchamos una hermosa melodía que sale de este instrumento, no es una casualidad; es así como debe ser. Cuando el instrumento está afinado y se está tocando con ritmo y pasión, entonces el sonido es hermoso.
Lisboa, 10 de junio de 2001
Hay un universo en cada uno de nosotros. Observa las estrellas dentro de ti.
Hay un océano dentro de nosotros. Sumérgete.
Nuestro cielo está en nuestro interior. El conocimiento de uno mismo son las alas. Póntelas y vuela.
En nuestro libro no podemos pasar las páginas antes de tiempo. Cada página se pasa sola para nosotros cada día. Una página gira y nosotros tenemos un nuevo día, y luego otro día más. Una página pasa ¿y qué encontramos? Después de cada uno de nuestros días ¿descubrimos una página en blanco? Podríamos escribir algo. Podríamos escribir desde la parte más sincera de nuestro ser un “gracias” porque nos sentimos agradecidos.
Nottingham, 15 de junio de 2001
No trates de descifrar el mañana. El mañana está tan lejos. El ayer ya nos dejó. Quiere seguir su camino, suéltalo. En este momento llamado ahora, el sol está brillando y todo se ha tornado radiante y lleno de vitalidad. En cada aliento podemos encontrar nuestro sol brillando. Permanece en ese aliento, permanece en esa existencia, permanece en esa belleza, permanece en esa realidad.
Nothingam, 16 de junio de 2001
