domingo, 3 de enero de 2010

EL ANHELO DE LA GOTA POR SU OCÉANO



Eres una gota que desea fundirse con su océano. ¿Y cuál es ese océano?
Es el océano de los mil nombres. Pero ninguno es correcto. ¿Por qué? Porque son nombres que le han dado los seres humanos. Ese océano no tiene nombre propio.
Cuando los seres humanos crearon los idiomas fue cuando se le dio un nombre.
¿Cuál era su nombre antes de esto?
Nadie lo sabe.
¿Cuál océano?
Aquel que está en todas partes.
No existe lugar donde ese océano no exista.
Y esa gota desea fundirse con ese océano.
La gente también lo llama “Todopoderoso Creador”, “Bhagwan”, “Alá” y “Dios”.
Pero esta gota desea fundirse en ese océano.
¿Deseas fundirte con ese océano mientras estás vivo?
Pues entonces te puedo ayudar.
Y si no, ¿Qué puedo hacer?
La gente dice “es que ahora no tengo tiempo”.
Claro, nunca tendrás tiempo. El tiempo no es tuyo.
El tiempo fue, es y siempre será. Pero tú no eras, eres, y no serás.
Entiende esto amigo mío, entiéndelo.
Cuando la gota se funde con el océano su propia existencia termina. No queda nada.
Se vuelve océano. Esa gotita se vuelve océano otra vez.
¿Quieres creer o prefieres saber?
Si lo que quieres es creer, has venido al lugar equivocado.
Si lo que quieres es saber, has venido al lugar correcto.
Porque lo que estás buscando, querida gota, el océano que estás buscando, no está muy lejos de ti. Está justo dentro de ti. Procedes de ese océano y tienes que regresar a él.
Y si volvieras a él mientras estás vivo, todos tus deseos se cumplirían.
¿Cuántos deseos tiene esta gota? Uno.
Tú sólo tienes un anhelo. Que un día puedas fundirte con ese océano.
Prem Rawat en Ghazipur, India, diciembre de 2009 www.wopg.org