De niño oí que había una fuerza mayor que yo, mayor que mi profesor, mayor que el director y mayor que cualquier ser humano que hubiera en la tierra. Quise conocer qué fuerza era ésa. Quise saber cuál era esa energía.
Cuando era muy pequeño, mi felicidad la encontraba en los juguetes. Reía con sólo jugar y correr por la casa. Pero vi dentro de mí que necesitaba algo más, que algo me faltaba. Cuando Shri Maharaji me reveló este Conocimiento, fue muy hermoso. Entonces vi todo con claridad.
Orlando, Florida, 9 de noviembre de 1975
Ante el anhelo de paz que siente el hombre, si no la encuentra en un lugar seguirá buscándola en otro, y en otro, y en otro más.
Ahora bien ¿dónde se halla esa paz?
Esa paz está en el corazón. Sólo que la gente no lo sabe.
Maharaji, trece años de edad, Delhi, India 8 de noviembre de 1971
Hay una gran lámpara en vuestro interior y los rayos de esa lámpara son vuestras vidas.
En estas lámparas pequeñas (señala las lámparas que hay en la pared), la mecha quema el aceite y luego se apaga. La lámpara interior no quema nada, pero da la dicha.
Maharaji, Dehradun, India, diciembre de 1965
Todos vosotros, tanto como yo, tenemos este cuerpo maravilloso. No lo desperdiciéis.
Maharaji, Dehradun, India, 1966
Rico o pobre, de alta o de baja cuna, él también lo puede ver. El océano es imparcial. No distingue el rico del pobre. Lo que vemos delante de nosotros como verde, todo el mundo lo verá verde. Del mismo modo, lo que hay en nuestros corazones es igual para todos.
Mumbai, India, 6 de enero de 1968
Mi labor es llevarte a ese sitio que hay en tu interior.
Dehli, India, 12 de abril de 1998
Todas las cosas materiales son perecederas. También tú has de perecer un día. ¿Cómo vas a encontrar a Dios? Debieras conocer aquello que jamás perecerá, y debes saber que está en tu interior.
Glastonbury, Londres, 21 de junio de 1971
La gente toma las desdichas y la vida, las mezcla y las pone en una maleta. Cada vez que se abre esa maleta, encuentran la vida y las desdichas juntas. La vida en realidad no es un cúmulo de desdichas. Quita las desdichas y lo que queda es la vida misma, con toda su belleza.
Providence, Rhode Island, 3 de julio de 1976
Hoy, la gente aspira a encontrar la paz en la naturaleza. Pero la naturaleza forma parte de la paz, al igual que tu alma, porque tu alma también es natural. No es algo artificial. Es real. Es natural, como un árbol, y tienes que comprender el misterio de la naturaleza que está funcionando en el interior de tu cuerpo.
Boulder, Colorado, 1971
Del libro de Andrea Ceigan, La Paz es Posible, publicado por editorial Kier de Argentina, 2008
